Hugo

Anoche caminaba en busca de un taxi que me llevase a casa, cuando, al pasar por fuera de una tienducha donde clandestinamente venden completos con "mayonesa verde", me pareció distinguir una silueta conocida, me acerqué a saludar... era Hugo, quien fuese mi vecino en mi más tierna infancia, cuando vivía en un Hogar y mi nombre no era Santiago, sino Byron Sebastián.

Hugo fue mi mascota y mi mejor amigo hasta que la que hoy es mi familia decidió adoptarme y llevarme con ellos a la ciudad... nunca más lo vi... la vida es extraña: lo conocía desde los 4 meses de vida y ahora no éramos más que un par de desconocidos; cuando niños se meaba (sic) en mi casa, dormíamos juntos la siesta bajo una plancha de cinc, perseguíamos perros, intercambiábamos liendres y él vendaba las cicatrices que aparecían en mi cara cuando las tías del Hogar fumaban y gustaban de apagar las colillas de sus belmont-sin-filtro en mis blancas orejitas...

Hugo siempre soñó ser el hombre ejemplar, buen amigo, padre abnegado y esposo fiel; yo quería ser médico... yo estudio medicina y Hugo fue padre a los 21, cree que "espaldúo" es el mejor ejemplo de una palabra con hiato y, en sus palabras, su hijo no es guagua, sino que tan solo "tiene muy poquitita edad"... pero eso no cambia la pureza de su ser, ni las ganas de concretar sus sueños: actualmente maneja un avión fumigador, cree que si acumula millas de vuelo, algún día lo aceptarán en la Escuela Capitán Ávalos, donde lo han rechazado en 4 oportunidades porque le falta un brazo, el izquierdo, lo perdió cuando era niño y vivía en el circo de los hermanos Fuentes-Gasca... su padre era payaso, pero jamás hizo reír a nadie... también era alcóholico, y a Hugo lo alimentaba con pasteles de barro y calugones de pastabase.

Aún así lo envidio... con delantal blanco más parezco panadero que médico... o vendedor de algodón dulce... que se yo...

En la foto: Hugo (el alto, cuando aún tenía su bracito izquierdo) y yo (el bajito con chalas), ese día estábamos felices porque el Hogar recibía la visita anual del consejal Pérez, por lo que tocaba comer carne... no más papas cocidas y agüita caliente, si teníamos suerte tal vez incluso nos eligieran en el grupo de los 5 niños que tomarían leche frente al consejal!!

Ese día, el más feliz fue Jorge (otro niño del Hogar), que fue escogido para la "dinámica de la ducha", una celebración que hacían los tíos junto a don Rumualdo, el pastor-mormón... nunca más lo vimos, dicen que ahora estudia leyes...

Nota: Cualquier alcance de nombres o semejanza con cirunstancias varias, constituye solo una coincidencia y no guarda relación alguna con la realidad; no me hago responsable de nada, de nada!!