aro 26: aventuras en 2 ruedas (y no hablo de un lisiado!)

Acabo de salir de la piscina, no recuerdo cuando fue la última vez que estuve tan cansado, bueno, si lo recuerdo, pero no es algo que quiera compartir con ustedes...

Ayer fui al departamento a pintar mi nueva-pieza-extra-large: sin duda extrañaré a Javier... y a Pamela, ojalá no se la lleve... si se la lleva no importa, así es la vida... suerte primo! (mi primo será enviado a Afganistán en misión de paz... será entregado en sacrificio a Ridugam, el dios de la flor carmín)

En fin, pintar todo el día me dejó exausto... mi único plan para hoy era descansar... no sé en qué momento me pareció una buena idea andar 80 km en bicicleta, acompañado de 3 amigos-deportistas y de mi deplorable estado físico; no sé en que momento creí que 500 cc de agua mineral-sin-gas bastarían para llegar en buen estado, o a que hora supuse que a pesar de los 37º C pronosticados, no haría falta un protector solar o un gorrito siquiera...

Bueno, no me caracterizo por mis buenas decisiones, pero aún así la compañía fue genial (los cortos minutos en los que lograba alcanzarlos), aunque debo reconocer que no esperaba el que Rodolfo nos confesara su homosexualidad, y mucho menos que hablara en reiteradas ocasiones de su nueva pareja "Carlos" y del "simpático" regalo que éste le diera para pascua de resurreción... solo ocupó témpera, blondon y su imaginación... que asco!!!

El almuerzo fue bastante sabroso, sobre todo por la "crema" de los empareados... grasa de bicibleta de nuestras inmundas manos... por qué tan engrasados? porque el chaleco que colgaba de mis hombros estilo "jovenzuelo de The OC" cayó atascándose peligrosamente en mi rueda trasera, frené bruscamente y sin avisar a quienes venían trás de mi y Lucas estreyó su bicicleta contra la mía... salir de entre la zarza fue complicado, pero desensamblar las 2 bicicletas fue más difícil que separar a Mota "el perro" Martínez de la lelo-lelo en aquella fiesta de San Valentín...

Una vez en la plaza del caserío que nos recibió cual forasteros-gringos, con nuestras caritas blancas y dentaduras completas, un grupo de lindas autóctonas se sentó frente a nosotros, nos saludaron promiscuamente y... bueno... Rodolfo se quedó cuidando las bicicletas...

Producto del cansancio y del poco oxígeno que llegaba hasta mi cerebro, hay episodios de nuestra estadía en el pueblo que se han borrado de mi memoria y que mis amigos se ocuparon de llenar con absurdas anécdotas sobre un bar, un puesto de papas fritas y un encuentro con una niña en un cajero automático... pero todas son falsas, lo sé, yo no haría nada de eso!! quieren desprestigirme igual que como lo hicieron con los insidentes de aquella noche en la casa del Pato Maldonado...

Ya de regreso en nuestra ciudad, y luego de largas 8 horas, Rodolfo comenzó a aunmentar de velocidad en forma impresionante y cuando parecía llegar a su máxima capacidad... se elevó!!!, se elevó cual ET en película de Spielberg... fue hermoso verlo por el cielo montado en su roja bicicleta Fratta... así descubrimos que además de ser gay es niño-indigo... y niño incontinente también, porque se orinó sobre un "seda el paso" como perro quiltro con tiña.

Rodolfo se fue volando (igual que su tocayo, el reno de santa, incluso le brillaba su roja nariz de alcohólico); Lucas se acalambró a mitad de camino y debimos mandarlo en un "Calowat" (al menos eso es lo que le diremos a su madre, lo cierto es que a Lucas lo atropeyaron, murió y lo enterramos debajo de un sauce llorón en el km 16... es lo que él hubiese querido, o no? bueno, fue lo único para lo que nos dio el ánimo y el cariño... algún día le diremos la verdad a su familia, cuando cumplamos 40 o cuando alguno de nosotros se convierta en gato-negro, lo que pase primero...); a Gonzalo le robaron la bicicleta y aún debe venir en Talquipén, montado en un chancho que nos cambiaron por las zapatillas del difunto Lucas... y yo sigo acá, escribiendo algo, leyendo a López, sentado sobre mi amigo el moltoprén...

Bueno, eso sería todo, porque hasta aquí esta quedando bastante fome y porque en estos momentos una buena-damicela (de las que, dicho sea de paso, bastante pocas quedan) aplica una refrescante crema de aloe-vera a mi insolado, deshidratado, cansado y adolorido cuerpo... además, me duele la cabeza: puede ser insolación o tal vez fruto de que ayer pintamos con las ventanas y puertas cerradas, eso lo hace más divertido... drogarse con pintura es como el neoprén, pero menos poblacional.

notas al margen - reflexiones de un genio -

1. me he aburrido estos días... supongo que para esto nos dio Dios el ombligo...

2. quisiera ser mejor persona, pero al nacer, en vez de Rey Mago, a la clínica solo llegó mi tío Luis César (ojo con el segundo nombre) y en vez de incienso, éste me llevo natre... en fin: soy lo que soy y no es mi culpa, sino la de mi tío, yo me lavo las manos... y me tomo una tazita de leche con poleo, que es exquisita!!

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