rutina

No quiero más esta rutina de mierd*, no la soporto, me hace mal, me veo opaco, amarillento, parezco perro envenenado. Debí haber escuchado al buen Matusalén, un viejo de 76 años que conocí en una de tantas visitas a la hospedería San Vicente, médico retirado, estaba decepcionado de la que alguna vez fue su profesión, la odiaba desde el día en que perdió un testículo durante una cirugía que él mismo estaba realizando. Los médicos son los que tienen hecha mierd* a la humanidad -decía- crea por favor lo que le digo, no estudie medicina, hágale un favor al mundo y a la gente que lo quiere, aléjese de esa hueá, de eso y de los gansos porque muerden más fuerte de lo que usted cree... ahora siga dándome la papilla y cuando termine vacíeme la orina de la sonda porque se acaba de llenar.

Debí haber estudiado derecho como tantas veces lo sugirió el baquero que, montado en un pegaso, aparece en mis sueños cada vez que no logro comprender algún mecanismo fisiopatológico ¿Por qué a menudo escoger un camino implica renunciar a tantos otros? ¿por qué para ganar hay primero que aprender a perder? Maldito Adán, si Eva estaba soltera y desnuda en el paraíso ¿por qué mierd* tenía que comerse la puta manzana? A veces quisiera que todo me importara un poco menos, lamentablemente me criaron bondadoso... torpe y orgulloso, pero gentil y caballero.

Mañana llego tarde a Chillán, no me esperen para el almuerzo, he aceptado un duelo al amanecer, con revólver y a 12 pasos. Tristes malentendidos, os desafío -dijo mi adversario- y procedió a golpear mi mejilla con un guante quirúrgico talla 6 1/2, yo intenté disuadirlo, convencerlo de solucionar nuestras diferencias de una manera mucho más civilizada, me cago en la puta que te parió, en tus muertos y en el pecho de tu hermana la rubia, desafío aceptado -dije- y lo golpeé en la nuca con una silla.

A veces pienso que no existo, no existen tampoco quienes me rodean y lo único verdaderamente real es la deuda por $96.000 que hemos contraído con la CGE.

Caminando se olvidan las penas, caminando... pero no desnudo por el Parque Ecuador imbécil!!

Dicho esto, procedo a retirarme, pero antes os dejo una revelación: Madeline McCann está viva, vive feliz en San carlos, trabaja en el Amparito 2 y según datos extraoficiales filtrados por la policía portuguesa, estaría pronta a contraer matrimonio con Jochepe. Mota contó todo, lo supo porque le dieron ganas de cagar, como ustedes saben, ellos gozan de este extraño vínculo paranormal.

En la foto; el viejo Matusalén ameniza una noche de camaradería con la canción "Te juro que mañana me limpio el ombligo" de Los Ángeles Negros.

Líneas Primas... el placer de escribir lo que nos da la gana

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