Es cierto, el blog está cada día peor, pasó de abandonado a simplemente fome y no conforme con esto, pretendo hoy escribir sobre un tema medioambiental ¿demasiado tedioso? me importa una raja! el blog es mio y ya; yo mando acá!
La capa de ozono es una capa, como la que usa mota cuando visita la noche chillanense, pero transparente, atributo que -a dios gracias- no comparte el vestuario de motita, quien, semidesnudo, constituye una imagen dantesca y casi tan deprimente como verlo gritando "Javiera, te amo" a orillas del escenario de Javiera Jarra en aquel hoy lejano San Fabián de Alico. Sí, esa misma noche que por poco nos autoinmolamos en un toyota blanco, la misma noche que Javier, ebrio y medio muerto gritase "auxilio, me estan violando" a metros de la vigésimo cuarta comisaria de carabineros.
El problema en cuestión es que la capa de ozono tiene un gigantesco forado que abarca el territorio correspondiente al trayecto entre Antofagasta y Punta Arenas. El (ex) (y ojalá nunca más lo sea) presidente Lagos asegura haberle comentado al (casi) ex presidente Bush que en el sur de nuestro país, los niños no pueden salir a recreo sin un gorro que cubra sus infantiles cabecitas, porque de lo contrario es cáncer seguro. A Bush -claro- no le pudo importar menos el comentario. Y a quien si? si Chile es algo así como un referente paradisiaco del fin del mundo?
Mota -para no perder el tema- es ahora millonario, prueba tangible de lo rentable que resulta la trata de blancos en tiempos tan liberales como los nuestros. Todos confiamos en él y en que algún día ocupará un lugar importante en la cadena alimenticia, por sobre la hierba y los mohos.
No así Pedro Soto, quien es por pucho el ser más pusilánime que pisa la tierra, nadie confía en él, sus historias son fomes, sus ideas malas y sus canciones un bodrio... lo peor, después de soportar una insufrible primera estrofa, era escuchar "ahora viene el coro, que es igual, pero un poquito más rápido" y en efecto, así era... agraciadamente un obsipo de la zona le dio muerte con agua bendita envenenada, molío a palazos sus huesos e hizo con ellos sustancias y "guaguitas" (esas golosinas esponjosas, dulces y suaves que venden en las confiterías) que repartió a los niños de la catequesis... y sí, después de tal fechoría hizo misa y en la prédica nos habló del amor moral.
Puede el amor ser moral? filo, nisiquiera creo en el amor.
líneas primas... el placer de escribir lo que nos (me) da la gana