un balde rojo

Son las 20:46 y sé que pronto Tassara tocará a la puerta, yo diré "pasa" y él "a comer". Hace algunas horas me comprometí a redactar un listado de "requerimientos mínimos" y aunque lo intento no logro concentrarme en aquello, tampoco en la historia psiquiátrica que debo presentar mañana y sobre cuyo contenido no me está permitido profundizar, estoy bajo "secreto profesional", al menos eso mencionó mi tutor... no sé porqué lo dijo, en el espejo no veo a ningún profesional, mucho menos a alguien que sepa guardar secretos.

Son las 20:49 y no quiero comer, quiero dormir, pero tampoco lo haré, hace ya 3 días no logro conciliar el sueño, sin embargo, mi cuerpo no protesta por el merecido, pero negado descanso, muy por el contrario, como servidor fiel que es, se mantiene vigil y por las mañanas lo descubro dispuesto a enfrentar sin reproches las maratónicas sesiones en que se han convertido mis días. Necesito descansar... ya habrá tiempo para eso más tarde, esta noche planeo ver "Garden State".

Son las 20:54 y en un hecho para mi inédito, luego de 7 meses continúo escuchando “The Perishers”. Cada cierto periodo de tiempo, con una ciclicidad torpe e inexacta, la vida me enfrenta a rostros familiares, la mayoría de ellos no son hoy más que antiguos conocidos... perfectos extraños a decir verdad.

Algún día, los castillos construidos sobre nubes -todos ellos- se derrumban, más tarde que temprano, espero.

El reloj señala las 21:01, Tassara tocó 3 veces... me reinserto al mundo, sonrío, funciono. Mañana será otro día, tiene potencial para ser genial, qué importa... yo sólo quería acarrear tierra en un balde rojo.

conversación de hoy

- buenos días, necesito asesoría respecto a un tema de derecho laboral
- este es el baño de damas...
- quisiera saber cuales de los derechos concernientes al trabajo bajo contrato son homologables a las prácticas laborales
- ...... ¿?

Líneas Primas... el placer de decir lo que nos da la gana

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