197 velitas
Poca gente recuerda que el 18 de septiembre de 1810 se creó la Primera Junta de Gobierno, que el Acta de Independencia de nuestro país fue firmada el 12 de febrero de 1818 y que la independencia definitiva no se obtuvo sino hasta el 5 de abril del mismo año. Como sea, los chilenos celebramos el 18, comemos asado, empanadas, chilenitos, choripanes y anticuchos; tomamos vino tinto, blanco y del otro; tomamos chicha, ponche y pisco; jugamos al trompo, al emboque y al tejo, elevamos volantines, bailamos cueca y muchas veces -sobretodo en la infancia que aún no conoce la vergüenza- nos disfrazamos... ¿por qué? porque hay que celebrar que somos un país independiente, que “o la tumba seremos de los libres” y bueno, porque somos un país triste que olvida sus penas refugiándose en la comida y el alcohol... algo hay de eso.
Cada fiestas patrias es lo mismo: juegos autóctonos, asado, ramadas, empanadas, rodeo, asado, la parada militar, asado, Tedeum y mensaje presidencial… ¿mencioné asado? En la TV: "Tierra Adentro", "Coronación" y el resto del cine chileno rico en garabatos y mujeres desnudas. En casa: asado... En el colegio: “acto de fiestas patrias”
Corre el año 1994, cursa 4º básico un pequeño regordete de mejillas rosadas y ojos azules (mi nana aplicaba jugo de limón para decolorar el rebelde café oscuro de mi iris)... una mañana cualquiera, sin previo aviso ni toque de puerta, una figura ajena irrumpió en la clase de inglés de la miss Patricia (una vieja negra y turnia que nunca me simpatizo del todo...), era nada menos que el profesor Coloma, el mismo que 7 años más tarde me sorprendería en una incómoda situación… pero eso es otra historia.
- disculpe profesora, necesito a Astudillo y a Marcela ¿le molestaría que salieran unos minutos?
¿Por qué será que cuando niño disfrutamos participar en tanta estupidez? ese día llegué feliz a casa, feliz por contarle a mis padres que había sido escogido para izar la bandera en el acto de la próxima semana... frente a todo el colegio, en el patio, con la Marce...
Prácticamente no asistimos a clases durante los días que nos separaban del acto aquel, nos ausentamos para ensayar, teníamos poco tiempo y mucho que aprender, existía una técnica especial para tomar la cuerda que haría elevarse a la bandera, una técnica para pararse y no moverse nunca jamás, para mirar, para permanecer serio y saludar al obispo, al rector y demás autoridades, todo esto sin moverse, sin pestañar, en lo posible conteniendo la respiración. Memorizamos una y otra vez en que punto del mástil debía estar la bandera al final de cada verso de nuestro querido himno nacional (el más bello del mundo según… digamos… los chilenos)
Aquel día: chaqueta nueva, 100 cc de gel en el pelo, guantes blancos, nudo perfecto en la corbata, zapatos relucientes, camisa dentro de los pantalones… aquel día... nos distrajimos conversando y olvidamos la bendita bandera, de reojo vimos al profesor Coloma aleteando, haciendo gestos desesperados en una mezcla de ataque epiléptico y tarantela, recordé que debía estar atento al himno y escuché como 2000 alumnos entonaban el último "o el asilo contra la opresión", tiré con todas mis fuerzas y la bandera subió desde mis 1.30 m de altura, hasta el vértice de aquel mástil de 10 metros... la bandera se rajó y cayó sobre el obispo, hubo una carcajada general y supe de antemano que jamás sería abanderado... aquellas fiestas patrias fueron peores que el año nuevo en casa de los Rodríguez… y ellos ni siquiera tenían reloj.
en el cine y la tv
Numerosas son las menciones a nuestro país en películas y series extranjeras, no es necesario forzar nuestras memorias para encontrar títulos como Jurasik Park (“ternera chilena, no escatimé en gastos”), Al Diablo con el Diablo (“disculpa la tardanza, estaba provocando un terremoto en Chile”), Loco por Mary (“¿has ido a Santiago de Chile? ¿conoces el estadio olímpico?”), The Running Man (“última llamada, pasajeros con destino a Santiago de Chile”) o Capitán de Mar y Guerra (“más tarde iremos al puerto de Valparaíso”).
En Robotech (Mospeada) Scott Bernard se estrella en el Desierto de Atacama; en Los Simpsons, Bart llama a varios países preguntando como escurre el agua en el excusado, en la cuenta telefónica puede leerse Santiago de Chile; en otro capítulo, Lisa señala que cuando grande le gustaría ser como Gabriela Mistral; en Alone in the Dark se puede ver a Franco Nero junto a un camión de Súper Pollo; en The Reaping se hace mención a Concepción y en Dawson’s Creek a Valparaíso (probablemente la única que sabía esto último es Constanza María); en Carrusel, la maestra Jimena habla a sus pupilos de Mistral y Neruda, refiriéndose a Chile como “tierra de grandes poetas” y claro, en El Nombre de la Rosa “actúa” la chilena Valentina Vargas.
banderita mía
Banderita de mi patria,
banderita tricolor
Yo te quiero, yo te adoro
banderita tricolor
notable
Corría el año 1972 y en Santiago de Chile, el gobierno de turno realizaba una especie de cónclave, la TV transmitía un mensaje del entonces presidente Allende y frente al palco presidencial paseaba un obrero portando un letrero con la leyenda “este es un país de mierda… pero es mi país”. Notable.
Líneas Primas... el placer de decir lo que nos da la gana